jueves, 21 de febrero de 2013

Nunca te rindas.


Bailar es sentir cada paso que das con una fuerza que jamás habías pensado tener, sentir el corazón latir a su ritmo, a su manera, dejadnos llevar sin reglas, sin normas, sin obligaciones, simplemente por el hecho de querer, por el sencillo hecho de poder alejarte de la realidad y de los problemas que esta implica, aunque solo sea por un momento, poder llegar hasta donde tú quieras con cada movimiento, cada giro, cada instante único y deseando que no acabe nunca, medir el tiempo por compases en vez de por las agujas del reloj y así perder la noción de este, admirar como todo se detiene a tu alrededor, mientras que solo estáis la música, tan indispensable, y tú.
Bailar es saber ir más allá de donde estás, saber seguir tu sueño y no renunciar a él, no decaigas de aquellos momentos que jamás imaginaste encontrar, no te derrumbes nunca por nada, por muy dura que parezca a veces o por muy al límite que estés de rendirte. Cuando tus sentimientos caigan al suelo recuerda elevarlos de nuevo, sube el volumen de la música e intenta levantarte, intentarlo es fácil, solo debes tener en cuenta y recordar,antes de dejarte caer y no luchar por lo que quieres,que cada minuto que el baile te presta es único y si no luchas por el nunca volverás a sentir nada parecido, nunca volverás a sentir lo mismo

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